Con la pandemia del Covid-19 y la consecuente cuarentena, hemos visto cómo muchos de los comercios tradicionales, o empresas que se benefician más que nada de la movilidad, la exposición y la presencialidad, han visto su accionar muy limitado y como la economía, en consecuencia, se desplomó en la mayor parte del mundo.
De hecho, la mayoría de los analistas en gran parte del mundo hispano y de la civilización occidental estaban de acuerdo en que este sería el peor año para abrir negocios o para invertir en nuevas empresas. Sin embargo, empresas como Pitstop24, que se dedican a vender a través de internet (en este caso neumáticos), vieron un incremento en sus ventas, en especial cuando se anunciaba la así llamada “nueva normalidad”.
Es así como nos dimos cuenta de que, al menos durante la pandemia, era de suma importancia la digitalización de la economía, y es en el eCommerce y en el omnichannel donde muchas empresas han logrado recuperar las pérdidas que sufrieron, pero ¿Tiene límites el eCommerce? ¿Hasta qué punto es sostenible una economía digitalizada?
Las empresas más beneficiadas de la pandemia fueron las digitales
Durante la cuarentena, la mayoría de las acciones cayeron repentinamente debido al shock inicial de la expansión del coronavirus, sin embargo, no resultó en el apocalipsis económico, como muchos lo retrataron, o el fin del capitalismo como lo conocemos. Como en todas las crisis que se han experimentado en la historia moderna, el mercado logró adaptarse, solo que en este caso lo hizo más rápido, gracias a los canales digitales como el internet.
Amazon fue una de las empresas que prácticamente nunca dejó de crecer durante la crisis, y fue la primera en responder de forma logística para adaptarse a la nueva situación y en Estados Unidos se le dieron prioridad a los bienes que ayudaban a prevenir el Covid-19 y a los alimentos, lo que contribuyó a que la empresa fuera mucho más redituable.
En Colombia, por ejemplo, el gobierno se esforzó en promover políticas que facilitaran el comercio electrónico, con jornadas educativas vía online y facilitando a los empresarios la adquisición de un espacio en la web.
Y como estos muchos otros casos alrededor del mundo. Sin embargo, no a todos les fue igual de bien. Claramente, los sectores turísticos, que ya aprovechaban desde hace años las transacciones en línea, disminuyeron estrepitosamente, mientras que el entretenimiento, la tecnología, la salud y la alimentación ganan mayor importancia. Sin embargo, con la inminente reactivación del sector turismo, empresas como Avianca podrían verse muy beneficiadas de las ventas de boletos online.
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Las oportunidades de la economía digital
Gracias a este tipo de negocios, la economía digital se hace cada día más compleja, segura y brinda mejores oportunidades, nuevas profesiones y nuevos campos para desenvolverse como emprendedor o como trabajador de una empresa. Todas estas empresas que requerían de un lugar en internet para empezar a ofrecer sus productos y servicios dieron lugar a un crecimiento enorme en las áreas técnicas del desarrollo y el diseño web, así como para redactores, estrategas, marketers y creadores de contenido que tenían y tienen algo que aportar a esta creciente industria.
Gracias a esto, gran parte del mercado se trasladó a internet y millones de personas no solo hicieron su primera compra online, sino que manifestaron la voluntad de continuar haciéndolo incluso después de la cuarentena. En lo que se refiere a los servicios que se pueden adaptar al eCommerce y la economía digital, se puede decir que no existen límites, y la oportunidad que esto brinda de ofrecer la omnicanalidad, es decir, presencia tanto online como offline, da la oportunidad a prácticamente todo el mundo de encontrar nuevas oportunidades, incluso a obreros o personal de limpieza, que tendrán, a la larga, más lugares en los cuales trabajar gracias al impulso y la competitividad de la economía digital y el eCommerce.